Los intríngulis de la interna tucumana de Juntos por el Cambio sigue tocando las puertas de la vida política nacional. El radical Roberto Sánchez avanza en su decisión de no ceder su candidatura a gobernador y Germán Alfaro hace exactamente lo mismo. El domingo pasado movilizó al mismísimo ex presidente de la Nación. Fue el propio Mauricio Macri que llamó por teléfono a Sánchez para sugerirle la conveniencia de abandonar su carrera por la gobernación en pos de la unidad tucumana de Juntos por el Cambio.
Setenta y dos horas después reapareció el fundador de Pro e hizo algunas precisiones sobre aquel llamado. Macri sostuvo a un periodista de LA GACETA que no se ajustan a la verdad las versiones que trascendieron sobre su conversación con Sánchez. El ex titular del Poder Ejecutivo de la Nación manifestó que él cree en la competencia entre los diferentes postulantes. "Esperemos que se pongan de acuerdo en el cómo hacerlo", indicó Macri en una escueto diálogo con nuestro diario.
Una vez más la interna tucumana de Juntos por el Cambio se introduce en los conciliábulos porteños donde también las discusiones por la candidatura a presidente de la Nación está en un tira y afloje entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, sin que Macri haya quedado descartado aún. En Tucumán estas precisiones de Macri se suman a los tantos dimes y diretes que envuelven a Sánchez y a Alfaro y al radicalismo y al Pro, que defienden las postulaciones de uno y otro, respectivamente. Sin embargo, cualquier decisión partidaria en Tucumán indefectiblemente va a repercutir en Buenos Aires y viceversa.